En Otras Tierras, Otros Mundos
– Llevo todo el día recorriendo las Tierras Altas pero no he logrado encontrar la cabaña de Frunks.
Krasked, un orco particularmente grande, contestó mostrando su enfado:
– ¡Eres un auténtico inutil! No se por qué trato de contar con tu ayuda si no eres capaz de llevar a cabo ni las tareas mas sencillas.
Hasshrik agachó la cabeza, esperando un golpe de Krasked, muy habituales como reacción en sus enfados. Sin embargo, Krasked solo gruñó y se alejó corriendo mientras gritaba.
-¡Me tendré que encargar personalmente de dar con Frunks y arrancar su cabeza!
Cinco horas y muchas vueltas después, Krasked dio con la cabaña de Frunks y entró dando una patada en la puerta de su cabaña, arrancándola de cuajo. Dentro, Frunks le esperaba con una gran maza en su mano. La batalla estaba servida.
De repente, la oscuridad lo inundó todo.
-¡Mierda!, se ha ido la puta luz otra vez.