¿Tienen sentido las arquitecturas de 128 bits?

El gran inconveniente de las arquitecturas de 32 bits es que solo dejan direccionar 4GB de memoria RAM, por lo que limitan enormemente las capacidades de los ordenadores, en los que a día de hoy ya encontramos esos 4GB instalados por defecto casi de forma estandar. Con 64 bits, nos vamos a 16 exabytes (16 millones de terabytes o 16.000 GB). Desde luego, esta cantidad es más que suficiente para mucho tiempo, especialmente si tenemos en cuenta que según algunos estudios, Internet actualmente tiene un tamaño aproximado de 500 exabytes. Así pues, desde el punto de vista del direccionamiento de la memoria RAM (principal limitación de la arquitectura), no resulta necesario ampliar esta cantidad.
Ahora bien, si tratamos el tema desde el punto de vista del tamaño de los registros, así como del tamaño de las direcciones de memoria, la cosa cambia. Muchas aplicaciones, en particular las que se refieren a la criptografía, hacen uso de enteros de 128 bits, por lo que trabajar de forma nativa con este tamaño de registros implica un notable incremento en el rendimiento de algunas aplicaciones.
Así pues, cuando nos hablan de arquitecturas de 128 bits resulta un tanto ambiguo, y no queda claro cuál va a ser el soporte que pretende ofrecer Microsoft a los 128 bits. Muy seguramente lo que estén haciendo es dar soporte a registros de almacenamiento de 128 bits, pero trabajando con un direccionamiento a 64 bits.
Si bien una arquitectura de direccionamiento de 128 bits no va a tener sentido durante mucho tiempo, si que lo tiene que tanto los fabricantes de hardware como los desarrolladores de software trabajen de forma conjunta para soportar el trabajar con registros de un mayor tamaño, que permitan incrementar la eficiencia de los programas, especialmente cuando parece que hemos llegado a un punto donde a los procesadores les cuesta crecer en términos de velocidad y han de crecer en términos de paralelismo, ya bien sea con varios procesadores/cores, o con arquitecturas de un mayor número de bits. A este respecto, el que la arquitectura actual de 64 bits no esté 100% consolidada no debería ser un punto en contra, si no un aliciente ya que las variaciones sobre la arquitectura actual no implicarían tirar mucho software “a la basura”. Quedan unos añitos de cambios a nivel de arquitectura, y también de que los desarrolladores nos acostumbremos a desarrollar con los 64 bits de direccionamiento en mente, y con los bits que vengan a nivel de registro, ya que hasta la fecha no conseguimos sacarle un buen partido a las nuevas arquitecturas.