Mis primeras impresiones con el Kindle 2

Después de estar “secuestrado” una semanita en la aduana (y eso que venía con los gastos de la aduana ya pagados), ayer por fin recibí mi Kindle 2, un auto-regalo de reyes al que le tenía muchas ganas. Todavía no lo he exprimido mucho, pero después de un poco de uso entre ayer y hoy, me apetece compartir mis impresiones sobre este cacharrito de Amazon que, como valoración global, pinta muy bien.

De hecho, ayer comencé (y ya casí términé), de leer desde el Kindle el libro “Cuentos para Gente Impaciente” de Javi de Ríos. Quitando el hecho de que el libro de cuentos es la mar de entretenido (ya escribiré una reseña cuando lo termine, porque se la merece), la lectura desde el Kindle resulta super cómoda, ya que no hace falta moverse ni para pasar de página. Creo que ha sido la experiencia de lectura más cómoda que he vivido nunca, y me ha hecho plantearse si realmente utilizaré el Kindle solo para libros técnicos o para leer muchos más libros de los que pensaba (lo que no quita para que siga comprando libros en papel que adoro ver colocados en las estanterías del despacho).

El Kindle 2, como lector de eBooks, es realmente bueno. Para empezar, tiene un tamaño más que adecuado, prácticamente igual al de un libro de bolsillo de unas 100 páginas. El precio tampoco es nada exagerado, ya que en total me costó unos 265€, incluyendo una funda protectora que le da aspecto de agenda, y todos los gastos de envío y aduanas. La sensación de la tinta electrónica es fabulosa, y la lectura se asemeja muchísimo más de lo que me había imaginado a la lectura de un libro en papel. De hecho, al abrir el paquete, vi que había un grabado en la pantalla del Kindle y pensé que era algún tipo de pegatina o papel cubriendo la pantalla, y cual fue mi sorpresa al ver que era la propia pantalla. Los tiempos de respuesta al manejarte con el Kindle no son tan rápidos como lo pueda ser un ordenador, u otro tipo de dispositivo móvil, pero no genera ningún tipo de molestia, y resulta bastante cómodo manejarse entre los libros y demás contenido.

Gracias a funcionalidades como la búsqueda, resulta muy cómodo manejarse entre la biblioteca digital, y el hecho de poder comprar libros estés donde estés, también me parece un punto de valor añadido. Me hizo especial gracia el acceder a la tienda Kindle desde el propio dispositivo y ver las recomendaciones de Amazon adaptadas a mi perfil de compra habitual en Amazon.com, algo lógico por una parte, pero me sorprendió gratamente y cumple su cometido, ya que casi acabo comprando algún libro ayer mismo desde el propio Kindle. Presenta algunas otras funciones que también resultan interesantes, como el poder cargar música en el Kindle y escucharla de fondo mientras lees algún libro, el “text-to-speech” que va como el culo con libros en castellano pero se entiende bastante bien con libros en inglés, o incluso el navegador básico que aunque está restringido al no estar en USA, si que nos permite acceder a la Wikipedia desde el propio Kindle para hacer algunas consultas, algo que viene muy bien cuando estamos leyendo algo y queremos más información sobre algún personaje en concreto.

También permite marcar zonas del texto, o escribir notas y comentarios, pero esta opción está restringida al formato propietario de Amazon, o bien a los libros en formato MobiPocket (el formato de Amazon está basado en el de MobiPocket).

Y aquí viene mi primera pega para el Kindle, que es el tema de los formatos. Si bien soporta su formato propietario (AZW), así como formatos Mobipocket (MOBI, PRC), archivos de texto plano (TXT), formato topaz (TPZ) y archivos en formato pdf (PDF), todavía le queda camino para soportar más tipos de formatos, y sobre todo mejorar la gestión de algunos de ellos. He probado archivos AZW, MOBI y PRC y en todos ellos la experiencia de uso es muy buena, ya que el texto se adapta a la pantalla, pudiendo aumentar o disminuir la fuente, etc. Pero el formato PDF lo maneja de forma bastante más floja ya que la pantalla es relativamente pequeña para muchos documentos PDF, no se puede configurar el tamaño del texto, y tampoco se puede hacer zoom. Aún así, con los libros en PDF que he manejado, la lectura es posible y no demasiado pesada, así que cumple su cometido para leer (más bien consultar) algunos libros técnicos que tengo en PDF y para los que no hay versión MOBI/AZW (como puedan ser muchos de los libros de O’Reilly).

Otra de las pegas viene del propio formato, AZW, que tiene DRM, lo cual me parece un tanto descabellado, especialmente cuando el coste de un libro en formato AZW es prácticamente igual al del mismo libro en papel. También deberían abrir la plataforma para que los usuarios puedan desarrollar aplicaciones encima del Kindle, que serían de mucha utilidad. Hecho de menos poder escribir textos propios en el Kindle, ya que permite escribir notas sobre libros ya existentes, pero no he encontrado la forma de crear un texto desde 0.

Mi última pega es mucho más genérica, y no atañe al Kindle, si no al propio mundo de los eReaders. Si bien Amazon ha hecho un buen trabajo al ofrecer una gran cantidad de libros para poderse leer desde el Kindle, la oferta de libros es todavía reducida. Y mucho más reducida si nos centramos en el ámbito de los libros en castellano. A este sentido no tengo mucho más que aportar que lo mismo que comentaba MiMesaCojea sobre los eBooks, falta que las editoriales se pongan las pilas y oferten muchos más contenidos. Por otro lado, los precios de muchos eBooks, especialmente los libros técnicos, es prácticamente igual (y en algunos casos superior) al precio de los libros en papel, algo que no entra en mi cabeza. Si el papel representa unos costes bastante importantes en su fabricación y distribución, ¿por qué no se descuentan al menos una gran parte de esos costes en las ediciones electrónicas? Todavía hace falta mucho camino en este respecto, y de hecho creo que en un futuro sería interesante el que las editoriales regalaran los eBook comprando las ediciones en papel (hay muchos libros que me gusta tener en mi biblioteca “física”, pero disfrutaría leyendo en el Kindle, y deberían situar el precio de los eBook a un 50/75 % como mucho del precio de venta de los libros “físicos”, ya que evitas los costes de fabricación, la distribución, y los márgenes de los intermediarios. Me parece que, al igual que con la música y el cine, las compañías no quieren adaptarse a los nuevos tiempos y, además, se creen que los usuarios debemos ser tontos y pasaremos por el aro; cosa que no creo que ocurra.

Como valoración global, le doy al Kindle un 8,5, y no puedo dejar de pensar que la era de los libros electrónicos ya ha comenzado, ya que los soportes hardware permiten una experiencia de lectura realmente placentera.