El Gobierno contra la Libertad de los Autores
Hace tiempo ya que vemos la tendencia de nuestro Gobierno, y en concreto del Ministerio de Cultura, encabezado por González Sinde, de eliminar nuestras libertades como ciudadanos de este país. Si bien con el movimiento de Manifiesto se abogó por la defensa de nuestras libertades más básicas, ahora el Ministerio de Cultura quiere eliminar la libertad de los autores de poder distribuir, regalar, o ceder los derechos de sus obras sin cobrar por los mismos.
Según un informe publicado recientemente por el Observatorio de la Lectura y el Libro, se remarca “la obligación por Ley de que las entidades de gestión de derechos hagan efectivos los derechos de remuneración aún en el caso de que el autor decida regalar su obra o no cobrar”. Parece que para el ministerio el problema es la posible pérdida de control (y de dinero), que puede acarrear la difusión masiva de obras bajo el sello Creative Commons, o licencias similares como la Color Iuris.
Si ya me parecía una locura lo introducido por Sinde en la ley de economía sostenible, el tratar de imponer la recaudación por parte de entidades de gestión de los derechos de autor de aquellas obras que sus autores han decidido liberar por el motivo que sea, es una auténtica estupidez que lo único que demuestra es que González Sinde ni siquiera respeta a los propios artistas. Nadie, ni siquiera el gobierno, tiene ningún derecho sobre lo que un autor quiere hacer con su obra, y cualquier imposición al respecto significa pisotear a los autores, pisotear los derechos de los ciudadanos (y recordemos, también votantes), e ir totalmente en contra de la difusión de la Cultura.
Yo no es que sea un autor muy prolífico, de hecho ni me considero autor como tal, pero si que he escrito artículos en revistas como Linux+ (sobre Conocimiento Libre), algunos relatos de ficción (de hecho uno de mis relatos, “Viaje en Tren“, fue publicado en Axxon), y también me gusta la fotografía, y licencio todos mis contenidos bajo licencia Creative Commons Atribución, porque no tengo el más mínimo interés de comercializar mis obras, y lo que me gratifica y me “compensa” es ver como otra gente puede sacar partido de mis contenidos libres para “remezclarlos” y sacar nuevos contenidos o ideas.
Ni quiero, ni estoy dispuesto a permitir, que ninguna entidad de gestión cobre por ninguno de los contenidos que yo haya generado o pueda generar porque lo único que estarían haciendo sería perjudicarme de forma directa y notable a mi, que soy el autor de esos contenidos.
Si ya lo tenía claro desde hace tiempo, este tema me lo deja todavía más claro, ni la SGAE, ni las otras entidades de gestión, ni siquiera el Ministerio de Cultura o el propio Gobierno, tratan de defender o proteger a los autores y/o a sus ciudadanos. Todos se mueven por dinero y por los intereses particulares de sus cabezas visibles y otros cargos relevantes. Que no nos vendan la moto, y que nos dejen elegir, que vale que como Sociedad hayamos sido lo suficientemente inútiles como para que el señor Zapatero vuelva a estar una segunda legislatura al mando de un país que se le escapa de las manos (en gran medida, también gracias a una deprimente oposición), pero no somos tan estúpidos como para comulgar con ninguna de las barbaridades que salen de un Ministerio de Cultura, que cada vez más se asemeja a un Ministerio del Aborregamiento.