Científico encarcelado por falsificar investigaciones
Leo en el NYT una noticia cuándo menos curiosa. Eric Poehlman ha sido acusado y considerado culpable de falsificar datos para sus investigaciones sobre obesidad y temas relacionados con los niveles de grasa corporales. Gracias a la falsificación de los datos, Poehlman ha conseguido numerosas sumas de dinero en concepto de becas y ayudas a la investigación durante bastantes años, por lo que la sentencia ha tenido en cuenta las sumas de dinero que ha conseguido gracias a la falsificación de los datos y lo han condenado a un año y un día de prisión.
Ahora bien, ¿el problema está en Poehlman o en el sistema? Es evidente que este señor es culpable de lo que se le acusa, sobre todo porque las conclusiones de sus trabajos pueden afectar a la salud de muchas personas pero ¿por qué ha hecho lo que ha hecho? Evidentemente el sistema afecta, y mucho. Las Universidades priman aquellos investigadores que son capaces de traer dinero a la universidad, bien sea a través de empresas o bien a través de conseguir proyectos con financiación estatal. Las investigaciones que no consiguen dinero no interesan, por muy atractivas que sean, por lo que muchas veces uno se encuentra en la encrucijada de tener que investigar en “temas comerciales” es decir, investigación “vendible” (lo cuál depende mucho de las tendencias) pero que a uno no le interesa, o tener que “adornar” su investigación (en temas que a uno le gustan) de forma que las conclusiones la puedan hacer merecedora de inversiones externas.
En el tema de “adornos” en la investigación hay mucho que hablar. Personalmente, aún hace poco que implenté un sistema de filtrado de atributos según un paper que me pareció interesante pero resultó que los datos que presentaba el artículo conseguían una precisión media bastante mayor que al reimplantarlo yo, lo cuál aboga por una serie de adornos en los datos utilizados para esa investigación que la llevaran a resultar un artículo interesante. Realmente el ámbito investigador está muy viciado y convendría cambiar un montón de costumbres que hacen que al final que acabe financiando a los mismos y que el dinero se malgaste en tonterías, aunque un control más exhaustivo de las investigaciones resulta casi imposible porque representaría tener a terceras partes comprobando datos y resultados lo cuál entorpecería el progreso.
Entonces…¿cuál es la solución? Realmente me gustaría saberlo, aunque un paso muy útil sería la liberalización de datos y código de los programas utilizados para que sean todavía más facilmente reproducibles. Por otra parte estaría muy bien que universidades y empresas trabajaran de forma más cercana y que la obtención de financiación se hiciera de forma más transparente y con menos obstáculos.