Delicatessen para Mac

Una de las cosas que más me gustan de Mac es que tiene una gran variedad de aplicaciones, desde las típicas que te puedes encontrar en un Windows pero portadas (Photoshop, Dreamweaver, Firefox, etc.), las que puedas encontrar en un Unix/Linux pero compiladas para este Unix que es Mac Os X (p.e. ) y tambén las desarrolladas en exclusiva para Mac.
Dentro de estas aplicaciones para Mac, caben destacar muchas por su calidad, funcionalidad, buena interfaz, utilidad, etc. Pero a mi hay 3 aplicaciones que han conseguido maravillarme tanto incluso siendo aplicaciones aparentemente chorras, que las denomino “Delicatessen para Mac” y estoy seguro que muchos maqueros también tendrán sus propias delicatessen. Las mías son las siguientes:

1.- Quicksilver. Algo tan tonto como un lanzador de aplicaciones se ha convertido en algo que echo muchísimo de menos cada vez que utilizo un Windows o un Linux. No entiendo como algo tan simple y potente no está integrado en todos los sistemas operativos. Además, Quicksilver ofrece una potencia y versatilidad insospechadas gracias a una gran variedad de plug-ins (aunque reconozco que no uso ninguno) y tiene una interfaz simple, intuitiva, minimalista pero realmente buena.

2.- Delicious Library. Para muchos será algo inutil, pero para un amante obsesivo de los libros, como soy yo, el tener toda mi biblioteca organizada dentro de mi ordenador es una auténtica maravilla. Además la interfaz, que muestra tus libros como si estuvieran colocados en estanterías, su facilidad de uso y su integración con el resto del sistema es algo fuera de serie que permite ofrecer funcionalidades nunca pensadas como agregar libros escaneando el código de barras de los mismos con la iSight o bien exportar (de forma automática y transparente) tus bibliotecas a notas de tu iPod cuándo lo conectas. Un capricho que es toda una delicia.

3.- Scrivener. Scrivener es una aplicación pensada para escribir largos libros de una forma dispersa y desordenada, permitiendo crear carpetas que representan zonas, secciones o capítulos del libro y dónde podemos colocar documentos o carpetas. Estas carpetas permiten dos visiones, una de su contenido y otra, en forma de post-it, con un resumen del contenido. Esto lo convierte en una herramienta idónea para escribir libros largos, pero también como una herramienta para la gestión de TO-DOs (tareas pendientes) agrupándo las tareas por temáticas o entornos de realización (p.e. investigación, tesis, gluem, etc.) y permitiendo vistas de estas tareas pendientes en distintos niveles de abstracción.