Ya no hace falta decir te quiero
Los tiempos cambian, y mucho. Hace siglos las relaciones eran de otra manera. Veías una mujer que te gustaba, entrabas en su cueva y la raptabas. Al cabo de los días acababa cogiéndote cariño y hasta estofaba las piernas de brontosaurios que le traías al anochecer. Luego la cosa evolucionó, desde mi punto de vista a peor, y ya empezaba a hacer falta el consentimiento de la otra parte de la pareja para llevar una relación adelante. Primero había que mostrarse atento, salir con ellas, hacer cosas divertidas, cautivarlas y, finalmente, dar un paso más allá diciéndolas “te quiero”.
Pero las cosas han vuelto a cambiar. Ahora las relaciones son muy distintas. Te conoces en un chat, te mandas fotos por e-mail, os gustáis, os mandáis mensajitos que van subiendo de tono, que hacen gracia y hacen que “las mariposas del estómago revoloteen”, luego jugueteáis sexualmente delante de las webcams, viéndoos a través del messenger y, finalmente, cambias vuestro estatus del Facebook, pasando de “estar soltero” a “estar en una relación”. Adios, “te quiero”.