Autoedición Libre: Creative Commons + Safe Creative + Lulu

La distribución de contenidos es una tarea que típicamente ha ido ligada a la publicación en libros o revistas, en los que se podía publicar “pasando por el aro” de la cesión de parte (y en ocasiones todos) los derechos de autor a la editorial correspondiente. Por suerte este panorama va cambiando poco a poco, en gran medida motivado por cómo está revolucionando Internet la distribución de contenidos (gracias al surgimiento de portales de información, blogs, etc.).
Todos estos cambios, junto con la aparición de movimientos en pro del Conocimiento Libre, como Creative Commons, han permitido que cambie este panorama. Ahora bien, si quiero editar una obra libre y no sólo restringirme a la distribución del contenido electrónico, ¿qué podemos hacer?

A mi se me ocurre combinar la utilización de 3 “servicios”:

  • Creative Commons: Creative Commons es una familia de licencias libres que nos permiten licenciar contenidos de muy diversos tipos (escritos, música, arte, etc.). Las licencias Creative Commons nos permiten elegir y limitar muy bien hasta dónde permitimos que el resto utilice nuestros contenidos, existiendo desde licencias 100% abiertas (permiten leer el contenido, modificarlo, hacer derivados, etc.) hasta licencias prácticamente cerradas, dónde se da muy poca libertad a los usuarios.
  • Safe Creative: Safe Creative es un servicio que nos permite registrar nuestra obra bajo la licencia que queramos. Basta con subir una copia electrónica de nuestro trabajo con la licencia elegida y ellos ejercen de registro de la propiedad intelectual, lo cuál nos puede servir para demostrar ante algún tribunal la autoría de una obra y no permitir que otras personas utilicen de forma ilícita su contenido (yendo más allá de lo que permitimos con la licencia elegida).
  • Lulu: Lulu es un portal web que nos permite la autoedición en electrónico y en papel de nuestros contenidos (generalmente libros y álbumes de fotos o similares). Si queremos que nuestra obra sea libre, podemos permitir que la descarga sea gratuita y que la venta de los ejemplares en papel sea lo más ajustada posible o, incluso, definir un precio adecuado para la edición en papel (que algo sea libre no indica que sea gratuito).
Seguro que hay más servicios similares, pero un buen punto de partida puede ser esta combinación.